El primer asentamiento humano de este área data del siglo X y se localiza en las proximidades de Fresnedo, junto al antiguo camino que se dirigía a Gayangos. Se trata de Peña Horrero, una gran formación rocosa donde se emplazó una necrópolis altomedieval. En la parte superior de la peña se encuentra un conjunto formado por varias tumbas antropomorfas excavadas en la roca (su acceso es dificultoso).

Este enigmático lugar está rodeado por pastizales, arroyos y un bosque mixto de encinas y robles por donde transita el sendero GR-1.
En la parte sur del Alto de Bocos, bajo la iglesia parroquial, se apiña un núcleo urbano de estrechas y empinadas calles en las que es posible encontrar casas tradicionales muy restauradas, algunas de las cuales lucen bellos escudos en sus fachadas.