El río Nela delimita la merindad y el territorio de Medina de Pomar. Junto a sus orillas se estableció esta pequeña población. En su núcleo resalta la torre cúbica de su iglesia parroquial.
Junto a la carretera, aislada del resto del conjunto, se alza la Granja de los Ribacardo, una construcción defensiva del siglo XIV, que tras posteriores usos y una excelente rehabilitación, hoy se ha transformado en una acogedora posada. Se trata de una de las edificaciones mejor conservadas de la Merindad.